Octubre 22, 2018
Las bacterias intestinales viven en armonía (simbiosis) con sus huéspedes y repercuten en la salud de manera importante. El ecosistema incluye más de 500 especies bacterianas (microbioma), hongos (micetoma) y virus (viroma), que interactúan activamente compitiendo por los nutrientes y el espacio en el intestino. El colon es el órgano más activo del organismo desde el punto de vista metabólico, y esto se demuestra por la presencia de igual número de bacterias al número de células que tiene el ser humano, es decir, 10 a la 11 potencia por gramo de contenido fecal. Es cada vez más importante su papel en la salud y la nutrición, ya que sus alteraciones se implican en la aparición de enfermedades no solo del tracto digestivo sino de todo el organismo. La baja incidencia de infecciones en niños alimentados al pecho exclusivamente, están relacionados con la flora intestinal del infante. La presencia de bacterias disminuye la colonización intestinal de enteropatogenos, modula la fisiología y las defensa de la mucosa intestinal. Con el progreso del conocimiento, cada vez es mayor el interés de aumentar el número y la actividad de bacterias en el colon que promuevan la salud. Por esto es que la administración de bacterias (probióticos) que permitan modificar la flora es una estrategia que está demostrando beneficios.¿Qué son los Probióticos (Definiciones)?
El término se deriva del griego pro (a favor) de lo biótico (vida), y la (OMS) Organización Mundial de la Salud y la (FAO) Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y los Alimentos la definen como organismos vivos que ingeridos en cantidad adecuada confieren beneficio saludable al huésped.
Los avances constantes en la composición y funcionamiento del microbioma humano en las diferentes partes del cuerpo, que incluyen intestino, vías aéreas, piel y mucosas, y aun líquido amniótico contribuyen a la comprensión de los mecanismos de acción de los diferentes probióticos. Pero, a pesar de los rápidos avances nuestro entendimiento sobre el tema, existen muchas lagunas para entender y manipular esta maquinaria metabólica.
Los prebióticos son elementos alimentarios no nutritivos y no digeribles que benefician al huésped, al ser utilizado selectivamente por determinados organismos del huésped estimulando el crecimiento y la actividad y colonización bacteriana intestinal nativa. Están constituidos por moléculas de gran tamaño que forman parte de la fibra alimentaria en su mayoría carbohidratos (oligo y polisacáridos) que son fermentados por las bacterias intestinales. Por definición deben tener 3 características: No se degradan ni se absorben en su tránsito intestinal. Una vez llegan al colon deben sufrir fermentación bacteriana, y, esta fermentación debe ser selectiva, que favorezca la actividad y proliferación de determinadas bacterias intestinales que ejercen efectos favorables para la salud de huésped, y comprobado mediante estudios científicos.
Los simbióticos son productos farmacológicos que contienen prebióticos y probióticos implicando sinergia entre los dos y aumentando los beneficios en el huésped. Siempre el prebiótico debe favorecer al probiótico selectivamente y, cuando estos se adicionan a los alimentos como parte del proceso de elaboración o como aditivo, se generan los alimentos funcionales, o sea, alimentos que además de su valor nutricional tiene beneficios adicionales para el que los consume, como las leches fermentadas, yogurt, kéfir, quesos o jugos.
La dieta impacta la flora intestinal y así las dietas de aborígenes africanos y amazónicos más ricas en fibra vegetal se asocian a un microbioma más variado que el producido por dietas occidentalizadas. Esto parece influir con el desarrollo de patologías digestivas y sistémicas cada vez más frecuentes y severas en nuestro mundo moderno (obesidad, síndrome metabólico, alteraciones inmunológicas, infecciones recurrentes, litiasis, cáncer y aun en trastornos psicológicos). Desde el período neonatal la vía de parto, la leche materna, producen un microbioma que modula un aparato inmunológico adecuado. Los cambios se producen en la flora intestinal al introducir alimentos complementarios y posteriormente al agregar cárnicos. Hacia los 3 años el microbioma se parece al del adulto y se mantiene estable por décadas hasta la 5 o 6 década de la vida. Los antibióticos pueden modificarlo de una manera dramática y en casos permanente.Aplicaciones Clínicas
Tracto gastrointestinal: Se ha confirmado que las diferentes cepas de probióticos, entre las que se incluyen L. reuteri DMSD17938, L. rhamnosus GG, L. casei DN-114 001, y Saccharomyces cerevisiae (boulardii) son útiles para reducir la severidad y duración de la diarrea infecciosa aguda infantil. La administración oral de los probióticos abrevia la duración de la enfermedad diarreica aguda en niños en aproximadamente 1 día. La evidencia es mayor a partir de gastroenteritis virales que de las bacterianas o parasitarias. Parece tener efecto en prevención de diarrea crónica a partir de disbiosis. Para la prevención de la diarrea infantil y del adulto solamente hay evidencia que sugiere que Lactobacillus GG, L. casei DN-114 001, y S. boulardii son eficaces en algunas condiciones específica. En la diarrea asociada a antibióticos existe una fuerte evidencia de la eficacia de S. boulardii o L. rhamnosus GG en adultos o niños que están recibiendo antibióticoterapia. Un estudio indicó que L. casei DN-114 001, es eficaz para evitar la diarrea asociada a los antibióticos y la diarrea provocada por C. difficile en pacientes adultos hospitalizados, estudios posteriores han comprobado lo mismos con otros probióticos como Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus GG. Se ha demostrado la utilidad en prevención de diarrea del viajero aunque con mayor efectividad en población pediátrica vs. Población adulta (57% vs 26%). Aunque las cepas estudiadas: Saccharomyces Boulardii, Lactobacillus Rhamnosus GG, Lactobacillus Acidophilus, L bifidus, Streptococo Thermophilus, Bacillus Clausii y L. acidophilus mostraron efectos favorables, las dos primeras cepas mostraron mejores resultados. Diarrea inducida por radiación: existe evidencia sobre eficacia del VSL3.
En la prevención de la enterocolitis necrotizante del prematuro alimentados con leche materna y mezcla de L. acidophilus y B. Infantis dos veces al día Vs. Leche materna sola disminuyo incidencia a 1.1% vs 5.3%. Se ha demostrado que se modifica la colonización bacteriana y que son seguros aun en prematuros de bajo peso. Se adelantan estudios en su administración para prevenir colonización por Cándida Albicans y en prevención de sepsis neonatal.
En el manejo de estreñimiento crónico el Bifidobacterium bifidum KCTC 121998P, o BB12 muestra efectos beneficiosos en motilidad colónica en adultos y ancianos pero no en niños, se necesitan más estudios. También se ha demostrado su efecto en el manejo de enfermedades digestivas de los adultos como en la prevención y manejo de la enfermedad diverticular no complicada, y de la Pouchitis aguda.Piel y Dermatitis Atópica
La piel contiene diferentes bacterias dominantes en diferentes sitios que incluyen Corynebacterium, Propionebacterium, Eubacterium, Staphylococcus y Streptococcus y un hongo dominante: Malassezia. Los primeros controlan el Staphylococcus aureus presente en fosas nasales del 36% de la población. Los Estafilococos y estreptococos participan en las recaídas de las dermatitis atópicas que mejoran con la aplicación de antibióticos, pero con riesgos de sobreinfección por resistencia. Estudios con probióticos (L. rhamnosus GG) han demostrado efectividad en prevención y en tratamiento de las recaídas. Pero los consensos publicados aún son cautelosos en recomendarlos en forma sistemática tanto para la prevención como para el tratamiento. En otras alergias, tales como el asma, la rinitis o la alergia alimentaria los probióticos no tienen utilidad. En 2012 el Dr. Canani en Italia demostró que al agregar Lactobacillus rhamnosus a formula extensamente hidrolizada logro disminuir el tiempo de su administración el lactantes con alergia a la proteína de la leche de vaca y mejoro significativamente su tolerancia.Prevención de Enfermedades Respiratorias
Los probióticos fueron mejores que placebo para reducir el número de pacientes que presentaron episodios de infecciones agudas de las vías respiratorias superiores, el cociente de tasas de los episodios de infecciones agudas de las vías respiratorias superiores y al reducir el uso de antibióticos. Este resultado indica que los probióticos pueden ser más beneficiosos que placebo para prevenir las infecciones agudas de las vías respiratorias superiores. Sin embargo, los resultados tuvieron algunas limitaciones y no hubo datos para pacientes de edad avanzada.Conclusiones
Los probióticos potencian los efectos beneficiosos de la flora intestinal y controlan posibles efectos perjudiciales para la salud. Se inicia una nueva era en el manejo de múltiples patologías, y se considera uno de los campos de investigación más prometedores para la medicina del siglo XXI. Sin embargo existen muchos baches en la comprensión de la función del microbioma humano y en los mecanismos de acción de los probióticos. Con el mayor conocimiento se aclarara la especificidad en la escogencia de cepas para entidades particulares y aun para huéspedes de manera individual. Conociendo entonces como una cepa afecta el microbioma en un sitio del organismo, se podrá escoger las más efectivas. Entrando en la era de la medicina metagenómica, se podrá identificar cepas de su microbioma para que los probióticos se diseñen de manera individual para cada paciente y cada situación particular. Y la fusión de microbioma y probióticos producirán avances en el desarrollo de una medicina más holística y personal.